jueves, 28 de febrero de 2008

Dylan en concierto


La mayor gracia de Bob Dylan es estar viejo. El cuate, aparece en el escenario con la única intensión de ponerse a tocar, y así lo hace. Abre la boca y comienza a rasparte la espalda, moviendo una de sus botitas picudas… derecha, izquierda, derecha, izquierda. Pero tiene eso; la vejez que le permite tocar con músicos tan geniales como él, y no se asusta ni pide atención especial. Los cinco integrantes de su banda cuentan con el espacio para hacer lo que saben, y lo hacen muy bien. Sin temor de querer parecer la estrella de la noche, pues saben que de alguna manera lo son. Pero la visión, ésa es sólo de Dylan, por eso él está tranquilo, por eso puede, literalmente, “platicar” las canciones. Porque tiene de sostén un “pedazo” de banda que defiende por él hasta el cover de sí mismo, el mejor chiste de todos, el perder al público para ganarlo otra vez, cuando éste reconoce el coro de un himno. Y así cierra… emocionado, emocionando.

3 comentarios:

ilse dijo...

que emoción el haberlo visto en vivo!

trini dijo...

Oí comentarios negativos sobre el concierto,
creo que la persona que comentaba quería oir a su cantante legendario como sonaba en los principios.
Me gusto tu relato y me hace pensar que Bobsy suigue siendo un chingon, capaz de hacer lo que le pega la gana y de no dar por su lado a este bébé consentido que es el público .
Ademas que es una persona muy diferente a lo que era hace 40 años, pero por esto no menos interessante...
Habrá que oir lo nuevo, me das una idea luego?

El horrible gato negro dijo...

échale un ojo... y un oído a esta rola http://www.youtube.com/watch?v=oCeKkJlMJDQ
la canción es de un disco bastante viejo, pero el cuate la retoma tranformando los ritmos de "folk" a "funk"... está bastante buena.