


No sé si me gusta más de joven, maduro o viejo. El encanto que ejerce en mí este portento de macho alfa tiene toda mi vida. En realidad, con pistola y una desgraciada gimiendo " Oh James... " tenía lo suyito, pero viéndolo en
El Nombre de la Rosa, como el hombre universal, me parecería interesantísimo asaltarlo en sus momentos de solitud en la abadía. Ya de viejo... creo... me gustaría tenerlo sólo de abuelo.
4 comentarios:
hmmm pues a mi hasta de abuelo se me hace un forro. pero luego pienso en el tupe que se carga (y con tal singular alegria) y la fantasia se convierte en sal. :P
oye, cuál tupé?? yo le veo una calva infinita jajaja!
jaja me dí cuenta que en la foto que publicaste no lo traía puesto. cada vez que le digo a mi mareado que me encanta el viejo, me recuerda su tupé y nunca le quiero creer.
y las calvas a mi, me encantan. pero no te tengo que convencer.
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