lunes, 31 de marzo de 2008

la realidad baja el peso...


hay algo de lo que yo estaba muy orgullosa de mi país y hablaba al respecto hasta con soberbia y arrogancia. no he de hacerlo más.

se trata de la comida.



sí, ha llegado el momento de poder medir (en kilos y/o culpa, lo que te sea más fácil) la influencia de la apertura en nuestro país al venerado y engreído país que me acoge: los Estados Unidos. en los dos o tres artículos que he leido (me rehúso a leer más, ya que la tristeza me abruma), he leido acerca de calorías, de masa corporal, que si la grasa de las quecas, que si LA MADRE.

nadie quiere hablar de la verdadera substancia o llámale ingrediente más tóxico o veneno: seguirle la pinche loca al país que tiene - entre sólo algunos de sus logros- el índice más alto de mortalidad natal de cualquier país desarrollado; de seguirle los pasos a sus malditas relaciones de cama entre las grandes corporaciones (McDonald's, Pfizer -o tu compañía farmacéutica favorita- los seguros médicos y Exxon y los gobiernos - ahí escójanle, cualquier combinación camotera que se les ocurra se ha ejecutado!) y lo que es peor, ¡quieren culpar a NUESTRA comida!

en fin, nada más para meditarle y mandarle las más iluminantes vibras a mis compatriotas. ¡a comer cómo nos hacían las abuelas! ¡usen ingredientes frescos!!! no se agiten por el aceite/grasa, que siempre lo hemos consumido y problemas no habían. el problema son los alimentos procesados. Los cuales, incidentalmente, están repletos de ingredientes modificados genéticamente (MG) -mismos que a pesar de la ley mexicana que prohíbe importar maíz MG de ningún otro país se han encontrado ya algunas especies contaminadas entre el maíz "puro". lo cual, en turno, se convierte en irrelevante porque ya es demasiado tarde. de modo que entre menos MG comamos, mejor!

y si por rapidez te desanimas, qué hay más eficaz que una torta o un taco parado.... ¡uuuyyyy lo que diera, ¡pero soñar no 'pesa' nada!

1 comentario:

Anónimo dijo...

qué fuerte, y es verdad, creo que todos estamos en mayor o menor medida descifrando qué es lo que ha cambiado tanto de los alimentos... y creo que en realidad, no queremos saber, pues la verdad ha de ser muy dura.